Curso de Reflexología. Cuarta Clase

Curso de Reflexología. Cuarta Clase

En nuestro Curso de Reflexología Podal, hemos explicado la eficacia del masaje de compresión profunda, realizado por aplicación sistemática de la consiguiente presión profunda en ciertos puntos de los pies, ahora la cuestión a considerar es: cuan intensa debe ser la presión para que resulte eficaz, sin ser insoportable.

LA PRESIÓN, EL DOLOR, LA DURACIÓN, Y LA PERIODICIDAD.

La presión debería variar de acuerdo con el estado físico y mental-emocional del receptor, teniendo en cuenta también un cierto número de otros factores.

Para una persona fuerte, generalmente sana con la piel tersa, que puede a veces ir descalzo, la presión puede ser bastante fuerte. En casos que no sean tan obvios, debería hacerse un juicio tentativo a base de una cuidadosa evaluación. Pero la información más detallada procederá de las observaciones que UD. haga mientras trabaja con sus pies.

Uno de los factores más a tener en cuenta, es el estado de la piel, si parece delicada y sensible al tacto, entonces es que la persona es sensible, reconozca o no esta sensibilidad.

La piel es el espejo fisiológico, así como psicológico y emocional del ser humano.

Las callosidades y durezas no están causadas necesariamente por los zapatos apretados, sino que indican también trastornos glandulares causados por alteraciones y desequilibrios emocionales, y no debemos olvidar que la piel revela el estado emocional de la persona, y por tanto sus necesidades de relajación.

Por lo tanto y antes de empezar el masaje podal debemos observar la textura, flexibilidad y sensibilidad de la piel con las manos, ésta palpación de la piel es un requisito previo para alcanzar el éxito en una sesión de masaje podal.

Pregúntele a la persona cuanto dolor o sensibilidad nota, y guarde en su mente ésta preciosa información para UD. Este dolor es un síndrome muy complejo, y puede ser una desagradable experiencia.

La percepción del dolor varía ampliamente entre diferentes personas influenciadas como es por factores biológicos, fisiológicos, y psicológicos e incluso culturales, por lo tanto el reflexólogo deberá primero de considerar todos éstos factores antes de practicar una sesión de masaje podal, a menos de que quiera correr el riesgo de hacer un tratamiento equivocado.

Debe tenerse un especial cuidado con personas afligidas por problemas tales como la diabetes, y alteraciones vasculares como la vasculitis, e incluso si no se está informado de tales dolencias, son reconocibles tras unos pocos momentos de estar haciendo el masaje, o simplemente observando el aspecto de la piel, si ésta es de aspecto rojizo, un color poco usual para los pies, empezar presionando muy poco, y si después de presionar varios puntos el color rojizo se vuelve más pronunciado, reducir la presión considerablemente, pues un diabético se llaga fácilmente, y las llagas tardan en curar, cosa que suele ocurrir en caso de deficiencia vitamínica-mineral, la cual es frecuentemente la causa desencadenante de la vasculitis (es decir la inflamación vascular), unos pies de aspecto coloreado pueden ser indicativos de tales condiciones.

También una extremada sensibilidad por parte de una persona aparentemente normal y de aspecto saludable, indica un elevado nivel de hipertensión, y en ciertas zonas, correspondientes específicamente a ciertos órganos, son muy sensibles a la presión, lo que no significa necesariamente que el órgano correspondiente no funcione adecuadamente, pero lo que sí nos indicará a nosotros que dicho órgano no está funcionando óptimamente, debido al bloqueo de la circulación de las corrientes de energía en dicha zona.

No obstante, existen excepciones, en efecto, algunos individuos con graves problemas de salud, no presentan ni tan siquiera una débil sensibilidad a la presión, esto indica que o bien existe una alteración de los nervios o una extremada y pobre circulación que insensibiliza los pies.

Como conclusión acerca del dolor, hacemos notar aquí que el dolor es una señal dirigida hacia el cerebro, de que algo extraño está ocurriendo en alguna zona afectada de nuestro cuerpo, los receptores (en éste caso, los terminales nerviosos de la piel), las fibras y sistemas sensoriales transmiten señales neurales, pero pueden ser modulados por muchos factores distintos, como ya se ha dicho la percepción del dolor varía ampliamente entre diferentes individuos, pero notaremos que el dolor va retrocediendo poco a poco a medida que vayamos efectuando las consiguientes sesiones de los masajes, junto con ello también notaremos la mejoría de salud de la persona que estamos tratando, y reanudando el equilibrio de las funciones de su organismo.

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